El tratamiento eficaz de cualquier herida implica una evaluación integral del paciente y de la lesión. La valoración de heridas determina un plan óptimo de tratamiento. Es fundamental identificar y abordar los factores que pueden afectar la cicatrización de heridas. Esto antes de seleccionar el apósito o la terapia más adecuada para cada paciente. La terapia de presión negativa es un tratamiento avanzado bien establecido que ha tenido éxito en el manejo de heridas agudas y crónicas.
La terapia de presión negativa, también llamada cierre de heridas asistido por vacío, se refiere a sistemas de apósitos avanzados que aplican de forma continua o intermitente presión subatmosférica. Esto proporciona una presión positiva a la superficie de una herida. La terapia de presión negativa se ha convertido en una modalidad popular para el manejo avanzado de muchos tipos de heridas.
El propósito de esta entrada de nuestro blog es proporcionar una visión general de la cicatrización de heridas con el uso de la terapia de presión negativa.
La presión subatmosférica tiene múltiples efectos beneficiosos sobre la cicatrización de heridas. A continuación revisaremos el mecanismo de acción de la terapia de presión negativa. También sus usos clínicos y contraindicaciones, la colocación y el manejo del dispositivo, así como la eficacia en aplicaciones clínicas específicas.
Dispositivos para la terapia de presión negativa
Criterios para la aplicación
La terapia de presión negativa, en un entorno ambulatorio o tras el alta de un entorno hospitalario, está comprobada y es médicamente necesaria para el tratamiento de heridas complejas que cumplen los criterios específicos de la indicación, como se indica a continuación.
Se debe haber probado o considerado y descartado un programa completo de tratamiento de heridas que cumpla con los siguientes criterios para el inicio de la terapia de presión negativa:
●Documentación de evaluación, cuidados y medidas de manejo
●Aplicación de apósitos para mantener un ambiente húmedo en la herida
●Desbridamiento de tejido necrótico si es que está presente
●Evaluación y provisión de un estado nutricional adecuado
●Documentación, por proveedor, que indique la necesidad de la terapia de presión negativa
●Documentación que indique herida abierta no ha respondido al tratamiento convencional pasados 30 días
Indicaciones
1. Úlcera por presión (etapa III o IV) con documentación de lo siguiente:
●Programa completo de tratamiento de heridas, como se describe anteriormente
●Giro y posicionamiento adecuados
●Uso de una superficie de apoyo reductora de presión
●Manejo de la humedad y la incontinencia
2. Úlcera neuropática (por ejemplo, úlcera de pie diabético) con documentación de lo siguiente:
●Programa completo de tratamiento de heridas, como se describe anteriormente
●Programa integral de control de la diabetes
●Reducción de la presión sobre la úlcera
3. Úlcera por insuficiencia venosa con documentación de lo siguiente:
●Programa completo de tratamiento de heridas, como se describe anteriormente
●Reporte de si se ha usado vendajes de compresión de manera constante, durante al menos 30 días
●Elevación de piernas y deambulación
4. Herida quirúrgica abierta con documentación de lo siguiente:
●Dehiscencia posoperatoria (separación de una incisión quirúrgica previamente cerrada) con documentación de un programa de terapia de heridas, como se describe anteriormente
●Sitio de amputación abierto que no cicatriza en diabéticos
●Infección posterior a la esternotomía (mediastinitis)
●Cicatrización tardía o falta de cicatrización de injertos de piel probablemente debido a un contorno irregular o flujo sanguíneo inadecuado del injerto
5. Fractura abierta de alto riesgo
Contraindicaciones
Las contradicciones que se debe considerar para una terapia de presión negativa son:
●Sangrado activo o vasculatura expuesta
●Escara o tejido necrótico presente
●Hueso, nervios u órganos expuestos
●Malignidad presente en la herida
●Infección no controlada de tejidos blandos u osteomielitis
●Presencia de una fístula abierta a órganos corporales o cavidades cercanas a la herida
Por otro lado, la terapia de presión negativa debe interrumpirse cuando se presente alguno de los siguientes criterios:
●La documentación de la valoración semanal de las dimensiones y características de la herida por parte del proveedor indica la falla de cicatrización progresiva de la herida. Es decir, la herida no disminuye de tamaño (ni en la superficie ni en la profundidad) en 30 días.
●La profundidad de la herida es de 1 mm o menos.
●Se ha obtenido tejido de granulación uniforme.
Terapia de presión negativa y heridas infectadas
La terapia de presión negativa es segura de usar en heridas infectadas. La mayoría de las heridas, particularmente las heridas crónicas como las úlceras por presión y úlceras de pierna están colonizadas por bacterias. Sin embargo, esto no retrasa necesariamente el proceso de curación ni crea problemas indebidos con la cicatrización. Cuando una herida se coloniza críticamente o se infecta clínicamente, se produce una respuesta del huésped. Los pacientes que reciben terapia de presión negativa deben ser monitoreados para detectar signos y síntomas clínicos de infección.
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Configuración
Esta guía de aplicación de la terapia de presión negativa incluye recomendaciones generales. La configuración de la presión es necesario optimizar con base en las necesidades de cada paciente y a la guía del médico principal.
La presión negativa se puede aumentar en incrementos de 10 mmHg donde:
●Hay niveles altos de exudado
●Herida de volumen o tamaño muy grande
●No hay un sellado correcto del apósito o existen dificultades posicionales para mantener el sello
●La presión arterial alta pueda causar tejido necrótico y aumento del dolor. Debe considerarse una consulta con el médico o enfermera especialista de cabecera antes de exceder los -120 mmHg
La presión negativa puede disminuir en intervalos de 10 mmHg donde:
●Hay presencia de dolor o incomodidad que no se alivia con la analgesia adecuada
●El paciente es un adulto mayor o está nutricionalmente comprometido
●Hay riesgo de sangrado (por ejemplo, pacientes en terapia de anticoagulación)
●La circulación está comprometida (por ejemplo, enfermedad arterial periférica)
Sugerencias y consejos para resultados exitosos
- Asegurar que el paciente y la herida sea adecuada para la terapia de presión negativa.
- Corroborar el diagnóstico preciso de la etiología de la herida y que todas las causas subyacentes están siendo abordadas.
- Realizar el tipo de desbridamiento correspondiente previo a iniciar la terapia.
- Asegurar el sello del apósito para evitar que entre aire por los bordes.
- Comprobar que se utilicen técnicas de vendaje específicas para la indicación y la selección precisa del drenaje, según corresponda.
- Colocar cualquier producto (cremas, geles, ungüentos, pastas, polvos, etcétera) suavemente en la herida y registrar con precisión el número de veces que se aplicó en las notas del paciente.
- Monitorear constantemente al paciente y revisar el dispositivo en búsqueda de alarmas.
- Si no se observan resultados o avances favorables en la herida dentro de las dos primeras semanas, se debe considerar la reevaluación de la lesión para encontrar los motivos.
Fuentes de consulta
Smith & Nephew. (2009). NPWT Clinical guidelines. 23 de febrero de 2022, de S& N Sitio web: https://www.smith-nephew.com/global/assets/pdf/products/2-sn7820b-npwt-clinical_guidelines.pdf