Terapia de presión negativa: qué es y cómo se usa un dispositivo portátil
La terapia de presión negativa para heridas es un método para extraer líquido y microorganismos infecciosos de una herida para ayudarla a sanar. Esta terapia avanzada para heridas sella la lesión cutánea colocando un apósito de espuma especializado que va conectado a una bomba de vacío suave.
A través de la terapia de presión negativa se puede abordar el tratamiento de heridas complejas. Un profesional de la salud puede recomendar este tratamiento si se tiene una quemadura, una úlcera por presión, pie diabético o cualquier otra herida abierta crónica (de larga duración).
Esta es una buena opción para algunos pacientes, pero no para todos. Puede ayudar a que ciertas heridas sanen más rápido y a disminuir una infección existente. Un médico o enfermera especializada decidirá si el paciente es un buen candidato para esta terapia en función del tipo de herida y la situación médica particular.
Cómo funciona la terapia de presión negativa
El funcionamiento de las terapias de heridas con presión negativa es posible gracias a un sistema de apósito que aplica de forma continua o intermitente presión subatmosférica a la superficie de una lesión para ayudar a la cicatrización. Por lo tanto, la terapia de presión negativa se ha convertido en una modalidad de tratamiento popular para el tratamiento de muchas heridas agudas y crónicas.
La mejor presión para la cicatrización de heridas parece ser de aproximadamente 125 milímetros de mercurio (mmHg). Esto utilizando un ciclo de presión alterna de cinco minutos de succión seguido de dos minutos sin succión. Los estudios han demostrado que la terapia de presión negativa:
● Optimiza el flujo sanguíneo en el lecho de la herida
● Disminuye la hinchazón del tejido local
● Elimina el exceso de exudado que puede ralentizar el crecimiento y la proliferación celular en el lecho de la herida
● Disminuye la cantidad de bacterias
Se ha visto que la baja presión intermitente altera la estructura de las células en el lecho de la herida. Como resultado, se cree que la terapia de presión negativa se desencadena una cascada de señales intracelulares que aumentan la tasa de división celular y la formación de tejido de granulación.
Elementos y explicación sencilla del procedimiento
Esta terapia incluye un apósito de espuma especializado, un tubo, un dispositivo de presión negativa y un recipiente para recolectar los líquidos.
Un enfermero o enfermera especialista en heridas ajustará capas de apósitos de espuma a la forma de la herida. Posteriormente, el apósito puede asegurarse con un apósito secundario transparente de película con adhesivo.
El apósito para la terapia de presión negativa tiene una abertura donde se adjunta un tubo. El tubo conduce a una bomba de vacío y un recipiente donde se recolecta los fluidos. Por lo general, la bomba de vacío se puede configurar para que esté en marcha, o para que arranque y se detenga de forma intermitente.
Primero se debe extraer el líquido y la infección de la herida. Esto ayuda a juntar los bordes de la herida para su cierre y cicatrización. Posteriormente se promueve el crecimiento de tejido nuevo lo que ayuda a que la herida sane. Cuando sea necesario, el profesional de la salud puede prescribir antibióticos y solución salina en la herida.
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Usando un dispositivo de terapia de presión negativa
El tiempo que tarda la herida en sanar con el uso de presión negativa depende de varios factores. Estos pueden incluir la salud general y edad del paciente, el tamaño y la ubicación de la herida y el estado nutricional.
Un aspecto relevante es que los pacientes pueden ducharse mientras el dispositivo está encendido. Es decir, se puede desconectar el dispositivo para tomar una ducha, pero el dispositivo no debe estar apagado durante más de dos horas al día.
Debido a que el dispositivo tiene partes móviles, hace una pequeña cantidad de ruido. El ruido puede volverse más fuerte o puede sonar una alarma si hay una fuga o un sello deficiente.
En la actualidad existen varios sistemas para la terapia de presión negativa de marcas comerciales. También hay múltiples opciones de apósitos diseñados para estas aplicaciones específicas del tratamiento de heridas. Los sistemas avanzados están disponibles para pacientes con movilidad limitada o heridas con mucho exudado. Mientras tanto, los dispositivos portátiles livianos que funcionan con baterías tienen un volumen de recipiente más pequeño adecuado para un paciente ambulatorio con una herida que tiene niveles mínimos a moderados de exudado. Los diferentes dispositivos se pueden programar para proporcionar diversos grados de presión de forma continua o intermitente.
Los apósitos para el tratamiento de heridas con presión negativa deben cambiarse cada 48 horas. Si hay infección, el apósito debe cambiarse cada 24 horas. Es posible que un profesional de la salud indique dejar el apósito durante períodos más prolongados si la herida no está infectada. Dependiendo del tipo de herida, esta terapia de heridas con presión negativa puede durar de dos a seis semanas.
¿Cómo saber si puede funcionar la terapia de presión negativa en una herida?
Se recomienda el uso de un equipo de presión negativa portátil alimentado por baterías para el manejo de los siguientes tipos de heridas:
● Úlceras venosas (Por estasis venosa)
● Colgajos y úlceras en extremidades inferiores
● Úlceras por presión
● Incisiones dehiscentes
● Heridas quirúrgicas como cesáreas debido a una cicatrización inadecuada
● Injertos
Es fundamental que un profesional de la salud capacitado y con experiencia en el tratamiento de heridas realice una valoración de la herida del paciente. Solamente un experto puede examinar y sugerir el mejor plan para el manejo de una lesión. Si presentas fiebre, ardor o dolor y tienes una herida que no sana consulta a tu médico lo antes posible y evita automedicarte. Una valoración oportuna y el acompañamiento y prescripción de un especialista es esencial.