Los principios del manejo de heridas
A continuación explicamos los principios del manejo de heridas, los cuales incluyen:
- Hemostasia
- Limpieza de la herida
- Analgesia
- Cierre de la herida
- Uso de apósitos
- Valoración constante de la lesión
Es importante saber que los principios del manejo de heridas se pueden aplicar a cualquier herida simple o crónica. Al examinar una lesión abierta se debe usar equipo de protección personal como guantes, pijama o bata quirúrgica y gafas.
Hemostasia
La hemostasia es la respuesta inmediata a la lesión para evitar la pérdida de sangre en el sitio de la herida durante los primeros minutos. El daño de los capilares y el sangrado desencadenan una cascada de vasoconstricción y coagulación. En otras palabras, la hemostasia es el proceso que hace que se detenga el sangrado. En la mayoría de las heridas, la hemostasia será espontánea.
En casos de lesiones agudas importantes o laceración de los vasos sanguíneos es posible que deba tomarse medidas para reducir el sangrado y ayudar a la hemostasia. Estos incluyen: presión, elevación, torniquete o suturas.
Limpieza de la herida
La limpieza de heridas agudas o crónicas es importante para reducir el riesgo de infección o una infección existente y promover la cicatrización. Hay cinco aspectos básicos de la limpieza de heridas:- Desinfectar la piel alrededor de la herida con antiséptico.
- Evitar que entre alcohol en la herida.
- Descontaminación de la herida eliminando manualmente (con guantes o pinzas) cualquier cuerpo extraño.
- Desbridamiento de cualquier tejido desvitalizado cuando sea posible.
- Irrigación de la herida con solución salina.
- Si no hay una contaminación obvia, la irrigación a baja presión es suficiente (verter solución salina normal desde un recipiente estéril con cuidado)
- Antibióticos para heridas de alto riesgo o con signos de infección presentes(seguir las pautas de antibióticos locales)
Los factores de riesgo de infección de heridas incluyen presencia de cuerpos extraños o heridas muy sucias, mordeduras (incluidas las humanas), heridas punzantes, fracturas abiertas y padecer condiciones como diabetes y problemas de circulación. Además, en caso de una herida claramente infectada y contaminada, se debe irrigar y desbridar cautelosamente para eliminar cualquier residuo visible presente y remover tejido muerto.
Analgesia
La analgesia consiste en el manejo del dolor. Prácticamente todos los pacientes que tienen una herida, ya sea crónica o aguda, sufren algún grado de dolor. El dolor de la lesión puede surgir de diferentes tratamientos para el cuidado de las heridas. Por ejemplo, la elección inadecuada de apósitos, el desbridamiento mecánico o quirúrgico del tejido desvitalizado, la limpieza de heridas y el cambio de apósitos.
Un conjunto de investigaciones ha señalado que el dolor y el estrés juegan un papel fundamental en el manejo de heridas en el entorno de atención primaria o aguda.
La analgesia es uno de los principios más importantes del manejo de heridas, pues contribuirá al cierre de la herida sin dolor. La inyección de un anestésico local es la forma más común de analgesia utilizada. El paracetamol debe ser la base de la analgesia para el dolor agudo y crónico de una lesión. Si una herida es dolorosa continuamente, se debe administrar paracetamol de forma regular y en la dosis máxima, es decir, 4 gramos cada 24 h, a menos que se haya administrado una dosis menor.
Finalmente, el nivel máximo de analgesia con lidocaína es de 3 mg / kg y la adición de adrenalina permite hasta 7 mg / kg (una solución al 1% equivale a 10 mg / ml). Recuerda no usar adrenalina con anestesia local si se administra en los apéndices o cerca de ellos. Por ejemplo, un dedo.
Cierre de la herida
Para ayudar a completar el proceso de cicatrización, existen diversas formas para promover el cierre de los bordes de la herida. El cierre de la herida asegura y acelera la curación al proteger el sitio e influir en la migración de queratinocitos sobre el tejido de granulación. Los cuatro métodos principales para contribuir al cierre de la herida son:- Tiras adhesivas para la piel: son adecuadas si no existen factores de riesgo de infección.
- Pegamento adhesivo para tejidos: se puede utilizar para pequeñas heridas con bordes lisos (una opción popular en pediatría).
- Suturas: por lo general se sutura cualquier lesión cutánea abierta de más de 5 centímetros, heridas dérmicas profundas o en lugares propensos a la flexión, tensión o humedad.
- Grapas: con frecuencia se usa para algunas heridas del cuero cabelludo.
Uso de apósitos y valoración constante de la herida
El apósito correcto para una herida contribuye a prevenir y reducir infecciones y la contaminación.
Al aplicar un apósito para heridas a una lesión abierta no infectada, la primera capa debe ser no adherente. Por ejemplo, una gasa empapada en solución salina, seguida de un apósito absorbente para atraer cualquier exudado de la herida. Finalmente, se puede usar un apósito de fijación o cinta para asegurar que el apósito permanezca en su lugar.
Se requiere profilaxis contra el tétanos para cualquier individuo que no esté al día, no recuerde o no esté seguro de su estado de vacunación contra el tétanos. Después de la valoración y tratamiento inicial de la herida, el profesional de la salud debe aconsejar a los pacientes que:
- Busquen atención médica ante cualquier signo de infección.
- Tomen paracetamol en caso de dolor.
- Eviten mojar la herida. La lesión debe permanecer seca tanto como sea posible, incluso si se está usando un apósito impermeable el cual proporcionará la humedad necesaria al lecho de la herida para promover la curación.
Cualquier sutura o tira adhesiva debe retirarse de 10 a 14 días después del cierre inicial o de tres a cinco días si están en la cabeza. El pegamento adhesivo para tejidos se desprende naturalmente después de una a dos semanas. Retira los apósitos al mismo tiempo que las suturas o las tiras adhesivas.
Fuentes de consulta:
Atiyeh BS, Ioannovich J, Al-Amm CA, El-Musa KA. Management of acute and chronic open wounds: the importance of moist environment in optimal wound healing. Curr Pharm Biotechnol 2002; 3:179.
Game FL, Hinchliffe RJ, Apelqvist J, et al. Specific guidelines on wound and wound-bed management 2011. Diabetes Metab Res Rev 2012; 28 Suppl 1:232.