La miel se ha utilizado como tratamiento para las heridas desde hace miles de años. Sin embargo, nuevamente ha sido redescubierta como una alternativa natural a los antibióticos y otros productos farmacéuticos. Debido a que la miel tiene propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, la convierten en una opción efectiva en el tratamiento de una amplia gama de heridas.

Estudios muestran que el uso de la miel puede ser efectiva en el tratamiento de heridas crónicas y difíciles de curar, como las úlceras diabéticas y las úlceras de presión. En algunos casos, cuando la miel ha sido utilizada ha sido como un tratamiento de último recurso después de que otros tratamientos médicos han fallado.

Por qué usar la miel en el tratamiento de heridas

La miel se compone principalmente de azúcares, agua y una variedad de compuestos bioactivos, como enzimas, ácidos orgánicos y flavonoides. Estos compuestos trabajan juntos para producir una actividad antimicrobiana efectiva contra una amplia gama de bacterias, hongos y virus.

De igual modo, la miel es conocida por su capacidad para reducir la inflamación y promover la curación de las heridas. Los estudios han demostrado que la miel puede estimular la producción de células nuevas de la piel y reducir el tiempo de cicatrización de las heridas.

Cómo es la miel apta para el tratamiento de heridas

Para que la miel sea apta para el tratamiento de heridas, es importante que sea cruda y sin procesar. La miel cruda es aquella que no ha sido calentada ni filtrada, lo que significa que conserva todos sus compuestos bioactivos y propiedades curativas. Otro punto importante de la miel cruda es que no contiene aditivos ni conservantes que puedan ser perjudiciales para la piel.

La miel puede ser cambiada y aplicada nuevamente cada 24 horas o según lo recomendado por un profesional de la salud. También se puede cubrir la miel con un vendaje o apósito para mantenerla en su lugar y proteger la herida.

 

Beneficios del uso de la miel en heridas

Propiedades antimicrobianas

La miel tiene propiedades antimicrobianas que la hacen efectiva en el tratamiento de una amplia gama de bacterias, hongos y virus que pueden infectar las heridas. Según un estudio publicado en la revista científica Cochrane Database of Systematic Reviews, la miel se ha encontrado efectiva en la eliminación de microorganismos patógenos en heridas infectadas.

Reducción de la inflamación

Las propiedades antiinflamatorias que contiene la miel ayudan a reducir la hinchazón y el dolor asociados con las heridas. Un estudio publicado en la revista médica Advances in Skin & Wound Care encontró que la miel puede reducir significativamente la inflamación en las heridas.

Promoción de la cicatrización de la piel

Un estudio publicado en la revista médica Wound Repair and Regeneration encontró que la miel puede estimular la cicatrización de las heridas al aumentar la proliferación de células de la piel y la producción de colágeno.

Tratamiento de heridas crónicas

La miel se ha utilizado como un tratamiento efectivo para heridas crónicas y difíciles de curar, como las úlceras diabéticas y las úlceras de presión. Según estudios la aplicación de miel cruda en las úlceras diabéticas puede acelerar significativamente la cicatrización de la herida.

Quizás quieras leer también: La nutrición en el cuidado de las heridas

Formas en las que se puede aplicar la miel en heridas

Existen diferentes formas en que se puede incluir la miel en el tratamiento de una herida, dependiendo del tipo de herida y la preferencia del paciente. Las formas más comunes de utilizar la miel en el tratamiento de heridas:

• Aplicación directa: La miel se puede aplicar directamente sobre la herida, ya sea con una cuchara estéril o con un aplicador especializado. Se recomienda aplicar una capa fina de miel sobre la herida y cubrirla con un apósito o vendaje estéril.
• Compresas de miel: Se pueden preparar compresas de miel colocando un apósito o gasa estéril en una pequeña cantidad de miel y aplicándolo sobre la herida. Se recomienda cubrir la compresa con un vendaje o apósito para mantenerla en su lugar.
• Apósitos impregnados con miel: Se pueden utilizar apósitos especiales impregnados con miel para el tratamiento de heridas. Estos apósitos se pueden colocar directamente sobre la herida y se pueden cambiar según sea necesario.
• Baños de miel: En algunos casos, se puede utilizar un baño de miel para tratar heridas más grandes o extensas. Para preparar un baño de miel, se diluye la miel en agua tibia y se sumerge la herida en la solución durante unos minutos.

Artículo relacionado: Cómo Medir una Herida Correctamente: Métodos y Consejos

 

Apósitos con miel en el mercado

Encontrar el apósito de miel correcto para el tratamiento de heridas en el amplio mercado actual, puede ser un proceso abrumador. Sin embargo, en Medifácil contamos con los apósitos de la línea de Medline, una empresa dedicada a la creación de soluciones médicas para el tratamiento de heridas.

TheraHoney es un apósito de miel médica desarrollado para el tratamiento de heridas crónicas y agudas. Este apósito se compone de una fina capa de miel médica purificada y esterilizada, que se adhiere a un soporte de poliéster no adherente.

Este apósito tiene propiedades antimicrobianas, que ayuda a prevenir la infección de la herida y promueve la curación. La miel médica utilizada en TheraHoney tiene una actividad antimicrobiana de amplio espectro, lo que la hace efectiva en la eliminación de bacterias resistentes a los antibióticos.

De igual modo, una característica importante de este apósito es que es fácil de usar y se puede aplicar directamente sobre la herida. Los profesionales de la salud recomiendan cambiar el apósito cada uno o tres días, dependiendo de la cantidad de exudado de la herida. Además, TheraHoney también se puede usar en combinación con otros apósitos y productos para el tratamiento de heridas.

La miel purificada utilizada en este apósito contiene enzimas naturales que ayudan a acelerar el proceso de curación de la herida, mientras que el soporte no adherente ayuda a minimizar el dolor y la molestia durante el cambio de apósito. Por eso, este apósito se utiliza principalmente en:

• Úlceras de presión
• Úlceras venosas y arteriales
• Heridas quirúrgicas
• Quemaduras de segundo grado

Algunas posibles complicaciones del uso de la miel

Aunque la miel se considera generalmente segura para el tratamiento de heridas, su uso puede tener algunas posibles consecuencias:

Reacciones alérgicas: Algunas personas pueden tener una reacción alérgica a la miel, lo que puede causar síntomas como picazón, enrojecimiento e hinchazón en la piel.

Irritación de la piel: En algunos casos, la miel puede irritar la piel y causar enrojecimiento, dolor o picazón en la zona afectada.

Contaminación: Si la miel no se procesa o almacena adecuadamente, puede contener bacterias o esporas que pueden causar infecciones en la herida.

Retraso en la curación: En algunos casos, la miel puede no ser efectiva en la curación de la herida, lo que puede retrasar la cicatrización y prolongar el tiempo de recuperación.

Te recomendamos leer: Terapia húmeda para evitar cicatrices

Fuentes consultadas

Dunford, C., Cooper, R., Molan, P., & White, R. (2000). The use of honey in wound management. Nursing Standard (Royal College of Nursing (Great Britain): 1987), 15(11), 63–68. https://doi.org/10.7748/ns2000.11.15.11.63.c2952

Nall, R., MSN, & CRNA. (2018, noviembre 16). Honey on wounds: When, how, safety, and effectiveness. Healthline. https://www.healthline.com/health/honey-on-wounds

Yilmaz, A. C., & Aygin, D. (2020). Honey dressing in wound treatment: A systematic review. Complementary Therapies in Medicine, 51(102388), 102388. https://doi.org/10.1016/j.ctim.2020.102388